lunes, 29 de diciembre de 2014

EL PH DEL SUELO Y LAS PLANTAS


Cuando un suelo puede presentar problemas 

Un suelo ácido o excesivamente ácido presenta una menor actividad de microorganismos y un menor desarrollo radicular. La asimilación del hierro mejora como hemos comentado antes pero no lo hace por igual la del fósforo o el nitrógeno (elementos muy importantes en cualquier cultivo). Sin embargo, para que realmente pensemos que vamos a tener problemas por pH ácido es a partir de 5,5. 
Menos movimiento tenemos con un pH alcalino. A partir de 7,5 ya podemos empezar a tener problemas por exceso de insolubilización de hierro. Muchas plantas de nuestro jardín manifiestan problemas por falta de hierro, su detección por parte nuestra es muy fácil y la respuesta a aplicaciones de quelatos muy rápida.
Un pH de 9 presenta, a parte de una mínima movilidad del hierro, una alta presencia de carbonato sódico,
con los consiguientes problemas físicos y químicos del suelo, haciéndolo muy difícil de cultivar.


El suelo basico

Un suelo básico o alcalino tiene el pH elevado. Recordemos que mayor de 7 en el valor de pH se
consideraría suelo básico. Esta estructura de pH elevado (por encima de 8,5) otorga al suelo una
baja capacidad de infiltración, una estructura pobre y una lenta permeabilidad, que se resumirá
 en suelos encharcados. En este tipo de terrenos se suelen presentar las siguientes deficiencias:

    Hierro
    Zinc
    Cobre
    Manganeso

 El suelo ácido

Un suelo ácido será aquel cuyo pH presente valores inferiores a 7.  Cuando la naturaleza de
nuestro terreno es ácida se pueden presentar las siguientes deficiencias minerales:

    Fósforo
    Calcio
    Magnesio
    Molibdeno
    Boro


 ¿Cómo podemos corregir el pH del suelo?


La capacidad tampón del suelo es impresionante. Esto quiere decir que se necesitan cantidades
 ingentes de compuestos minerales para corregir un poco el valor. Esto se reduce a costes
económicos importantes, dependiendo de la superficie de nuestro jardín. Sólo se recomienda
realizar estas actuaciones cuando se tienen valores de pH del suelo insostenibles, muy básicos
o muy ácidos, donde se dificulta enormemente el desarrollo de las plantas.


 Corregir la acidez del suelo


Podemos utilizar 2 elementos para realizar una corrección de pH. Por un lado, estaría la cal
viva y por otro, la caliza. Según el producto se utilizan distintas cantidades por lo que vamos
 a ponerlo de forma separada.

Kg/ha cal viva para corregir el pH
                                                       aplicación cal viva corrección suelos

Estos valores son el resultado de elevar el pH los valores aportados, para una profundidad de
suelo de 15 cm y en una hectárea de cultivo. Se recomienda no subir por encima de 6,5 y hacerlo
escalonádamente:

    Si se cultiva patata, el valor más aconsejable es un pH de 6.
    Si el suelo es pobre, se recomienda subir de 0,5 en 0,5.
    Si el suelo es fértil, es posible aumentar este valor hasta 7 y llevarlo a la neutralidad.

 Para realizar estas aplicaciones tendremos que aprovechar que el suelo no tenga cultivos. En
 general, hay dos épocas bien definidas: otoño y primavera. En el caso de que se decida añadir
cal a la tierra en primavera se deberá dejar un margen de 1 mes como mínimo entre la cal y la
siembra de los cultivos.


 Corregir un suelo alcalino

Veamos los elementos acidificantes así como las cantidades a añadir en nuestro terreno:

 Azufre: cuando añadimos azufre al suelo, éste se oxida de forma lenta a ácido sulfúrico. Se
suele utilizar mucho debido a su reducido precio. Cantidades de 0,5-1 kg de azufre por metro
cuadrado consigue reducir el pH,  que se irá midiendo con medidores de pH hasta obtener el valor
 deseado. Su efecto es lento, así que cada medio año iremos comprobando la acidez del suelo para
 comprobar si tenemos que añadir azufre de nuevo.

 Sulfato de hierro: este compuesto consigue acidificar el suelo de forma más rápida que el azufre.
 Se aplica mediante agua de riego y en cantidades de 2-4 gramos de sulfato de hierro por litro de
agua. La dosis concreta para bajar el pH 1 grado es de 4 gramos por L de agua, aunque lo
recomendable es aplicarlo en cantidades regulables, para bajar poco a poco el pH del suelo.

 Materia orgánica: la materia orgánica es rica en componentes que acidifican el suelo. En el caso
 de la tierra rubia, por ejemplo, tiene un pH de 3,5 (muy ácido). Normalmente por el precio se
 usa estiércol común, en cantidades de 10.000-30.000 kg/ha. Cantidades muy grandes pero que
también aportarán nutrientes a tus cultivos.

Posibles deficiencias según el pH

El objetivo de este artículo era esto. Conocer de primera mano qué alteraciones pueden surgir cuando cultivamos en un suelo con un determinado pH. No quiere decir que siempre aparezcan las mismas carencias minerales ya que para ello necesitamos un análisis exhaustivo del suelo, pero si nos servirá para ayudarnos a elegir las plantas que
queremospodemos cultivar en nuestro jardín.

Nitrógeno

No tendremos ningún problema de disponibilidad de nitrógeno para nuestras plantas siempre que el pH del suelo se encuentre entre 5,5 y 8.

Potasio

Si el pH del suelo es normal (cercano a 7), no existirá ningún problema de asimilación de potasio. Pero si:
pH > 8: se produce un antagonismo con el calcio.


Fósforo

Tenemos varios comportamientos:
  • Si pH < 6,5: precipita con hierro y aluminio.
  • Si pH > 7,5: precipitará con el calcio.
  • Si pH >8,5: se solubiliza con sodio.

Calcio

El calcio es el elemento por excelencia en un suelo básico o alcalino. Una planta cultivada en un suelo ácido es susceptible de tener problemas de carencia de calcio. Todo dependerá de los niveles necesarios para su desarrollo.

Boro

Cuando el suelo tiende a pH alcalino, se presentan deficiencias de boro.
Molibdeno
Si el pH de un suelo es ácido, las plantas cultivadas en él son susceptibles de presentar carencias de molibdeno.
Hierro, magnesio, cobre, cinc y aluminio
Todos estos elementos aumentan en solubilidad y disponibilidad para las plantas cuando el suelo es ácido. A medida que el pH disminuye, aumenta su movilidad. Por lo tanto, un suelo básico o alcalino es susceptible de presentar déficit en hierro, magnesio, cobre, cinc o aluminio. Recordemos por ejemplo, la clorosis férrica (la más famosa de las carencias) por falta de hierro y su corrección con dichos quelatos.


El pH de las plantas


El control y regulación del pH del suelo es importante. En algunas zonas del huerto lo tendremos ácido, sobre todo en el norte de España, y en otras zonas, como en el sur, el pH sería alto o muy alto, con grandes contenidos en caliza y pobre materia orgánica. En esas tierras el rendimiento de las plantas acidófilas será muy reducido, y es preciso hacer enmiendas de materia orgánica o elementos ácidos para intentar bajar esos valores. Se puede hacer de dos maneras. Si se quiere corregir el pH de un suelo para incorporar plantas dentro de ese rango se puede únicamente alterar la fracción de suelo de la planta, o bien, sobre todo para cultivos hortícolas extensivos se pueden corregir hectáreas enteras. Nosotros, que somos más humildes, lo extrapolamos a la superficie de un huerto, donde el coste para corregir el suelo y adaptar el pH de las plantas es económico.
Aquí os mostramos una imagen con los valores óptimos de desarrollo de hortalizas con respecto al pH. El verde más oscuro refleja el pH de las plantas óptimo, mientras que el verde más apagado muestra el desarrollo aceptable o aquel que no suponga ningún problema de crecimiento para la planta. Salirnos de esos colores significará pérdida de rendimiento de nuestros cultivos.



  Como podéis ver la mayoría de los valores del pH de las plantas se sitúa entre 6,5 y 7. Es decir un poco ácidas y neutras. En esos valores cultivaremos de forma totalmente oportuna y no nos preocuparemos más en ese aspecto.




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