sábado, 19 de agosto de 2017

El arado de oro

El arado de oro

 El arado de oro
Mientras se encontraba en Bulgaria en los años 30 para construir un salto de
agua? (log flume) el rey Boris le pidió a Viktor que también investigara la razón
por la que la productividad y la humedad del suelo, especialmente en la zona
norte del país, había comenzado a declinar desde la introducción de los modernos métodos de mecanización agrícola. Al recorrer el país para examinar el problema con más detalle, encontró que en el norte se araban los campos con
arados de acero, mientras que en el sur más pobre, habitado por pobladas
comunidades de origen turco, los campo todavía eran roturados con arados de
madera tirados principalmente por equipos de mujeres. Aquí, sin embargo, en
tremendo contraste con el norte, los campos continuaban siendo
extremadamente fértiles y producían cosechas abundantes y sanas. Partiendo de su estudio del agua como transportador de nutrientes y consciente del efecto
generalmente dañino que sobre el agua ejercen el acero o el hierro, Viktor
atribuyó a la utilización de los arados de acero más rápidos la disminución de la
fertilidad del suelo en el norte.