Los
reguladores del crecimiento vegetal son sustancias que actúan sobre el
desarrollo de las plantas y que, por lo general, son activas a concentraciones
muy pequeñas. Dentro de este grupo de moléculas podemos diferenciar entre las
que son producidas por la planta y aquellas de origen sintético. Las que se
encuentran de forma natural en las plantas se denominan fitohormonas u hormonas
vegetales.
Las
sustancias consideradas como fitohormonas son: auxinas, giberelinas,
citocininas, ácido abcísico y etileno, aunque también se incluyen en ocasiones
a brasinosteroides, acido salicílico, jasmonatos, sistemina, poliaminas, óxido
nítrico y péptidos señal.
Existen
algunas diferencias entre las hormonas vegetales y animales. Por ejemplo, en el
caso de las hormonas animales, estas se sintetizan en diversos lugares y se
mueven por el organismo, actuando en zonas distintas a las que son producidas.
Esto no necesariamente ocurre con las fitohormonas, ya que algunas ejercen su
acción en la zona en la que son sintetizadas. Aunque estas fitohormonas tienen
efecto por si solas, la combinación con otras provoca una variada respuesta en
las plantas.
Auxinas
El principal
efecto de las auxinas es la elongación de las células, debido principalmente a
que la pared celular se hace más plástica. Son sintetizadas en los ápices
meristemáticos y en menor cantidad en las raíces. La auxina principal
sintetizada de forma natural por las plantas es el ácido indol acético (AIA),
aunque se han encontrado otras como el ácido fenilacético, los cloroindoles y
más recientemente, el ácido indolbutírico (AIB). El movimiento de estas
fitohormonas por la planta es
desde los ápices hasta las raíces (translocación basipétala) y viceversa (acropétala). Sin embargo, el movimiento basipétalo es mucho más rápido que el acropétalo.
desde los ápices hasta las raíces (translocación basipétala) y viceversa (acropétala). Sin embargo, el movimiento basipétalo es mucho más rápido que el acropétalo.
Algunos de
los efectos que tienen las auxinas en las plantas son:
Dominancia
apical. Es bien
conocido entre los cultivadores que cuando eliminas el ápice principal de una
planta, comienzan a crecer los brotes secundarios, formándose varios tallos
principales. Esto es debido a que las auxinas producidas en los meristemos
apicales reprimen el crecimiento y desarrollo de los brotes laterales.
Rizogénesis. Las auxinas son las principales
responsables de la formación de células de la raíz. Esta propiedad es utilizada
por viveristas para la producción de esquejes, donde se aplica una cantidad de
auxinas en el corte de la base del tallo para favorecer la formación de nuevas
raíces. Esta rizogénesis ocurre a concentraciones muy bajas de auxinas, ya que
a concentraciones superiores las auxinas reprimen el desarrollo y crecimiento
radicular, pero es la presencia de otras fitohormonas la que determina si las
células se convertirán en raíz o en otros órganos. El balance entre auxinas y
citocininas juega un papel muy importante en este proceso. De esta forma,
cuando se hacen crecer células vegetales en medios de cultivo in vitro,
si la concentración de auxinas supera a la de citocininas se produce la
formación de nuevas raíces. Sin embargo, si la concentración de citocininas
supera a la de auxinas, las células acabarán desarrollándose en nuevos brotes.
Cuando la concentración de ambas es similar, se produce un crecimiento celular
sin diferenciación, y lo que acaba formándose es una masa de células en
desarrollo denominada callo.
Primer plano de una semilla (izquierda) desprendida de su base (derecha). La semilla (oscura, abajo) cuelga de un paracaídas de finos pelos llamados papus, que ayudan a que esta sea transportada por el viento, hasta varios kilómetros, cuando es liberada. Este tipo de proteáceas son originarias de Sudáfrica. Las plantas pueden ser hembras o machos. Las macho tienen pequeñas y puntiagudas inflorescencias, mientras que las hembras (imagen) presentan capítulos verdes de mayor tamaño en forma de cono, que después adoptarán un color cobre.
Geotropismo. La fuerza gravitatoria ejerce un
efecto sobre el desarrollo del vegetal. Cuando ponemos en posición horizontal
el tallo de una planta, los brotes laterales comienzan a desarrollarse y se
pueden llegar a formar raíces en la zona que está más en contacto con el suelo.
Esto es debido a la acumulación de las auxinas ante la gravedad. Esta condición
es aprovechada para la obtención de nuevas plantas mediante los denominados
acodos.
Fototropismo. Las plantas tienden a dirigir su
crecimiento hacia las zonas luminosas. Esto está regulado por auxinas, las
cuales se acumulan en las partes que reciben menos luz, lo que provoca una
elongación de las células de esta zona y conlleva a una curvatura de la planta
hacia la parte más luminosa.
Regulación
de la abcisión. La
abcisión es la caída de alguno de los órganos de la planta. En muchos casos la
causa es el envejecimiento del tejido, lo que se denomina senescencia. La
aplicación exógena de auxinas reduce la abcisión en muchas especies.
Cuajado de
frutos. Por lo
general, cuando se produce la polinización y fecundación, aumenta la
concentración de auxinas en el fruto, posiblemente segregadas por las semillas
en desarrollo. Si dicha fecundación no ocurre, se produce la abcisión del fruto
que no llega a desarrollarse o a madurar. Aplicando auxinas se consigue que se
formen y maduren los frutos sin necesidad de que haya habido polinización ni
fecundación y, por lo tanto, formación de semillas. A la formación de frutos
sin fecundación se le denomina partenocarpia, y es muy utilizada cuando no es
deseable la aparición de semillas o cuando no hay polinización. Es el caso de
los cultivos en invernadero, donde se cultivan plantas de polinización
entomófila. Al no haber insectos polinizadores, se aplican auxinas exogénas
para favorecer el cuajado de los frutos.
Giberelinas
Estas
fitohormonas son, en parte, responsables de la división celular y la elongación
del tallo y de otros tejidos. Su descubrimiento se debe a los estudios que
investigadores japoneses hicieron sobre una enfermedad del arroz. Dicha
enfermedad consistía en que las plántulas recién germinadas adquirían una
tonalidad amarilla y se producía una gran elongación del tallo, lo que
conllevaba a la caída y muerte de la planta. Los investigadores descubrieron
que estos síntomas eran causados por un hongo denominado Gibberella fujikuroi.
Dicho hongo produce gran cantidad de estas fitohormonas que son introducidas en
el vegetal que parasita. Desde entonces, se han aislado y descubierto varios
tipos de giberelinas. Cada una de ellas se identifica con un número conforme se
van descubriendo, de forma que tenemos la GA1, GA2, GA3 y así sucesivamente. La
GA3 corresponde al ácido giberélico. Las giberelinas son sintetizas
principalmente en órganos meristemáticos y tejidos en desarrollo.
Funciones de
las giberelinas:
Germinación
de las semillas. En las
semillas, una parte de las giberelinas se encuentra combinada con glucósidos,
siendo en esta forma inactivas. Durante la germinación, algunas enzimas
destruyen esta combinación y la giberelina pasa a ser activa. Esta estimulación
de la germinación se comprobó en diversos experimentos en los que se vio como
la aplicación de giberelinas aceleraba la germinación de semillas de lechuga.
También se observó como la exposición de las semillas de lechuga a luz
aceleraba la germinación. En estudios posteriores se vio como la luz acelera el
paso de la forma conjugada de giberelina inactiva a las formas activas.
Expresión
del sexo. En
aquellas especies que presentan flores unisexuales, es decir, masculinas y
femeninas, bien sea en la misma planta (monoicas) o en individuos diferentes
(dioicas), las giberelinas parecen tener un efecto regulador de la expresión
del sexo. Por ejemplo, la aplicación de giberelinas en plantas femeninas de
cáñamo provoca la aparición de flores macho y hermafroditas; lo mismo ocurre
con el espárrago. Por el contrario, la aplicación de giberelinas en plantas de
maíz provoca la aparición de flores hembra en el penacho (inflorescencia
masculina del maíz).
Influencia
en el periodo juvenil. El periodo juvenil se caracteriza porque las plantas son fenotípicamente
distintas cuando son jóvenes de cuando son adultas. Por ejemplo, en el caso de
los árboles frutales deben de pasar varios años desde la germinación de la
semilla hasta que se tiene la capacidad de producir flores y frutos. En algunos
casos también presentan caracteres distintos a cuando son adultas (por ejemplo,
la presencia de espinas u hojas de formas distintas). Las giberelinas juegan un
papel importante en la transición del periodo juvenil al adulto. En algunas
plantas como en la hiedra la aplicación exógena de giberelinas provoca la
expresión de ramas con características juveniles.
Cuajado del
fruto. Al igual
que las auxinas, las giberelinas estimulan el cuajado de los frutos de algunas
especies.
Inducción de
la floración. En algunas
plantas que requieren de días largos o fríos para florecer, la aplicación de
giberelinas provoca la entrada en floración independientemente del fotoperiodo
o de la temperatura.
Micrografía por barrido electrónico (SEM) a color del corte de una flor sin su parte superior, mostrando un ovario central (centro, rosa claro) con óvulos (naranja). El ovario contiene los óvulos que, a su vez, contienen las células sexuales femeninas. Los óvulos están rodeados por los filamentos del estambre (rosa), al final del cual se hayan las anteras (no apreciables en esta imagen), los órganos reproductores masculinos, los cuales producen el polen (células sexuales masculinas). Las estructuras con aspecto de hoja, en verde, son pétalos.
Citocininas
El
descubrimiento de estas fitohormonas se debe, principalmente, a los estudios
que se realizaron en cultivos in vitro. Al principio, se vio como la
“leche de coco” (endospermo del fruto) promovía el crecimiento de varios
tejidos cultivados in vitro. La primera citocinina natural que se aisló
e identificó fue la zeatina, nombre que se le puso debido a que se aisló de
semillas de maíz (Zea mays). La principal función de las citocininas es
provocar la división celular y el retraso de la senescencia. Como ya hemos
mencionado, las citocininas, en combinación con la auxinas, provocan la
formación de masas celulares indiferenciadas denominadas callo. También
estimulan el desarrollo de las yemas laterales cuando se aplica exógenamente,
rompiendo la dominancia apical.
Etileno
El etileno
es un hidrocarburo simple que, en condiciones normales, se encuentra en forma
de gas. Los efectos del etileno sobre las plantas se descubrieron cuando las
calles se iluminaban con lámparas de carburo. La combustión provocaba la
emisión de etileno y los árboles que se encontraban cerca de estas lámparas
presentaban hojas amarillas y defoliaciones.
La principal función del etileno es actuar sobre la maduración de los frutos y la senescencia de hojas y flores. En aquellos frutos que se consideran climatéricos, la maduración se produce por el aumento en la concentración de esta hormona. También es responsable del cambio de color de algunos frutos no climatéricos (es decir, cuya maduración no se ve afectada por el etileno) como es el caso de los cítricos. Esta propiedad ha hecho que se utilice etileno para madurar frutos que han sido recolectados prematuramente. Su aplicación se realiza mediante quemadores en cámaras cerradas o mediante etephon, un producto que cuando se hidroliza en la planta se descompone en etileno. Otra función del etileno es, al igual que las giberelinas, la regulación de la expresión sexual en plantas dioicas. En el cáñamo, la aplicación de etileno provoca la aparición de flores hembra en plantas macho.
El etileno juega un papel muy importante, junto con el ácido jasmónico, en estimular la producción de sustancias que protegen a la planta de estreses bióticos y abióticos.
La principal función del etileno es actuar sobre la maduración de los frutos y la senescencia de hojas y flores. En aquellos frutos que se consideran climatéricos, la maduración se produce por el aumento en la concentración de esta hormona. También es responsable del cambio de color de algunos frutos no climatéricos (es decir, cuya maduración no se ve afectada por el etileno) como es el caso de los cítricos. Esta propiedad ha hecho que se utilice etileno para madurar frutos que han sido recolectados prematuramente. Su aplicación se realiza mediante quemadores en cámaras cerradas o mediante etephon, un producto que cuando se hidroliza en la planta se descompone en etileno. Otra función del etileno es, al igual que las giberelinas, la regulación de la expresión sexual en plantas dioicas. En el cáñamo, la aplicación de etileno provoca la aparición de flores hembra en plantas macho.
El etileno juega un papel muy importante, junto con el ácido jasmónico, en estimular la producción de sustancias que protegen a la planta de estreses bióticos y abióticos.
Ácido abcísico (ABA)
Como su
nombre indica, esta hormona está implicada directamente en la senescencia y
abcisión de hojas, flores y frutos, así como en la latencia de algunas
semillas. Al igual que el etileno, esta fitohormona induce la expresión de
genes de resistencia a diversos tipos de estres. Un efecto del ABA es que
provoca el cierre de los estomas ante situaciones de sequía, lo que evita la
deshidratación de la planta.
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