En general, tanto en cultivos intensivos como extensivos de secano o de regadío, se usan fertilizantes simples, binarios o ternarios (complejos) para el aporte de los tres macronutrientes principales N, P y K. Su empleo continuado, año tras año, permite la obtención de buenos rendimientos al reponer los macronutrientes, pero el cultivo va extrayendo paulatinamente el hierro y otros microelementos que necesita de las reservas del suelo. De este modo es fácil que aparezcan deficiencias de hierro, manganeso, cinc, etc., condicionando claramente los rendimientos, agravándose por la disminución de la fertilidad general del suelo y empeoramiento de sus características agronómicas.
El sulfato de hierro soluble (CAPARROSA) es un abono de fondo utilizable en todo tipo de cultivos para el
mantenimiento y restitución del hierro, azufre, manganeso y cinc con las siguientes ventajas agronómicas:
- Alto contenido en azufre que permite una cierta acidificación del suelo, favoreciendo el desbloqueo y asimilación del fósforo, cinc, manganeso, hierro, boro, cobre, etc., con lo que se previenen estados carenciales. Por otra parte el azufre es un elemento esencial en algunos aminoácidos constituyentes de las proteínas (cisteína, metionina, cistina) e interviene como catalizador en la formación de clorofila.
- Alto contenido en hierro que permite su asimilación en las condiciones de acidez que genera evitando la aparición de la conocida clorosis férrica. La oxidación del hierro soluble (ferroso) a férrico en condiciones de alcalinidad origina su insolubilización que debe evitarse con la acidificación del suelo y la incorporación de materia orgánica que proporciona propiedades coloidales a los hidróxidos férricos, favoreciendo su solubilización.
- Alto contenido en manganeso y cinc que previene así mismo la carencia de estos oligoelementos. El manganeso cataliza los procesos respiratorios y el metabolismo de los compuestos nitrogenados. El cinc interviene también en el proceso respiratorio y es componente esencial de muchas enzimas en la síntesis de proteínas, ácido ribonucleico y estructura del citoplasma.
- Muy baja concentración de cloruros y sodio que permite u utilización en todo tipo de cultivos y facilita la recuperación y enmienda de terrenos alcalinos y sódicos mejorando la permeabilidad de los agregados del suelo.
Aportación directa al suelo. Puede realizarse mediante máquinas esparcidoras o a mano. En cultivos de secano se recomienda dar un ligero pase de grada después de la aplicación para facilitar su incorporación al terreno. En cultivos de regadío es aconsejable realizar un riego después de la aplicación. La época de aplicación aconsejada es como abonado de fondo antes de la siembra.
Dosificación:
La dosis a utilizar es variable dependiendo del tipo de cultivo, características del suelo, época de aplicación, reserva de nutrientes del suelo e intensidad de extracciones del cultivo. No obstante, se puede hacer una recomendación general que puede tomarse como nivel de referencia, que puede ser de 400 a 600 kg/Ha.
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